Debemos Velar por Nuestros Hijos
La Palabra de Dios nos muestra que es sumamente importante velar por el alma de nuestros hijos. Para ello, debemos considerar varias cosas que debemos hacer para conservar sana su alma.
NO HABLAR MAL DE LA AUTORIDAD ANTE NUESTROS HIJOS
Éxo 17:3 Pero el pueblo tuvo allí sed, y murmuró el pueblo contra Moisés, y dijo: ¿Por qué nos has hecho subir de Egipto para matarnos de sed a nosotros, a nuestros hijos y a nuestros ganados?
- Al murmurar contra Moisés delante de los hijos, estaban pecando, porque lo que él hizo fue llevar a cabo la misión que Dios le dio, además, ellos habían clamado a Dios por esa respuesta.
- Así, a los hijos los vamos a vacunar contra el evangelio
LA BENDICIÓN DE LA REVELACIÓN ALCANZA A NUESTROS HIJOS
Deu 29:29 Las cosas secretas pertenecen al SEÑOR nuestro Dios, mas las cosas reveladas nos pertenecen a nosotros y a nuestros hijos para siempre, a fin de que guardemos todas las palabras de esta ley.
- Dios está interesado en revelarnos su palabra a nosotros, y también a nuestros hijos.
- Si les enseñamos lo que hemos aprendido, ellos serán edificados, así que hagámoslos partícipes de la Palabra para que les empiece a interesar; Dios está interesado en alcanzar generaciones a través de la misma.
DEBEMOS CONTARLE A NUESTROS HIJOS LAS MARAVILLAS DE DIOS
Sal 44:1 Para el director del coro. Masquil de los hijos de Coré. Oh Dios, con nuestros oídos hemos oído, nuestros padres nos han contado la obra que hiciste en sus días, en los tiempos antiguos.
Si hacemos esto, ellos sentirán interés de conocer a nuestro Señor y experimentar en carne propia su Gran poder: que es nuestro Sanador, nuestro Ayudador, nuestro Proveedor: porque el tiempo pasará, y qué lindo será que en lugar de que ellos busquen las cosas del mundo, busquen el Reino de Dios y su justicia.
- Contémosles solamente lo positivo de la Obra de Dios.
NO FUE POR LA FUERZA DEL PUEBLO, SINO POR EL PODER DE DIOS
Sal 44:3 Pues no por su espada tomaron posesión de la tierra, ni su brazo los salvó, sino tu diestra y tu brazo, y la luz de tu presencia, porque te complaciste en ellos.
Si Dios se complace en nosotros, el adversario se metió en problemas serios contra Dios, porque Él peleará a favor de tu vida, a favor de tu familia.
IMPLANTAR FE EN NUESTROS HIJOS
Sal 44:5 Contigo rechazaremos a nuestros adversarios; en tu nombre hollaremos a los que contra nosotros se levanten.
- Debemos enseñarles a ellos a confiar en Dios, no dudar de Él porque nunca nos va a fallar, el hombre lo hará pero Dios jamás, cumple su palabra, cumple su palabra y estará con nosotros hasta el fin. De modo que ahora nuestros hijos pelearán la batalla, porque así fueron enseñados.
DEBEMOS TEMER CUANDO DIOS NOS HABLA
Isa 39:5 Entonces Isaías dijo a Ezequías: Oye la palabra del SEÑOR de los ejércitos:
Cuando Dios nos hable de esta manera, postrémonos, lloremos y busquemos a Dios para examinarnos, arrepentirnos y arreglarnos con Él
DEBEMOS PEDIR MISERICORDIA POR NUESTROS HIJOS
Isa 39:7 “Y algunos de tus hijos que saldrán de ti, los que engendrarás, serán llevados y serán oficiales en el palacio del rey de Babilonia.”
- Debemos clamar, buscar a Dios e interceder por ellos para que sean librados.
NO DEBEMOS PENSAR SÓLO EN NOSOTROS
Isa 39:8 Entonces Ezequías dijo a Isaías: La palabra del SEÑOR que has hablado es buena. Pues pensaba: Porque habrá paz y seguridad en mis días.
- El hombre bueno deja herencia para sus hijos y para sus nietos, piensa en un porvenir bueno para ellos. Principalmente, preocupémonos en una herencia espiritual para ellos, con ejemplo de oración, perseverancia, y buen testimonio.
- Isaías condenó a Ezequías y predijo que un día Babilonia se llevaría todas las riquezas junto al pueblo cautivo. La profecía se cumplió 100 años más tarde, exactamente como Isaías había predicho. En lugar de arrepentirse, el rey solamente comentó que por lo menos él tendría paz durante su reinado. Nosotros, al contrario, preocupémonos en ellos, dediquémosles tiempo para que veamos buenos frutos, los frutos de ese esfuerzo y dedicación, y Dios nos concederá verlos bien, bendecidos, prosperados, que lo que nosotros sembremos hoy, nuestros hijos lo cosechen mañana. Este es el amor de Dios mostrado a nosotros los padres, y que también nuestros hijos verán.
EL DESARROLLO Y PERFECCIONAMIENTO DE NUESTROS HIJOS
Sal 144:12 Sean nuestros hijos en su juventud como plantíos florecientes, y nuestras hijas como columnas de esquinas labradas como las de un palacio.
- Que todos los que nos ven, vean también a nuestros hijos y los vean bendecidos, los vean rectos.
2Ti 1:5 Porque tengo presente la fe sincera que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también.
- La fe de esta abuela, fue inculcada, fue heredada a su hija y a su nieto Timoteo, que fue el principal colaborador y compañero de Ministerio del Apóstol Pablo.
- Timoteo significa: el que adora a Dios, el apreciado de Dios. Y fue esto porque tuvo una gran abuela, una gran madre, y un gran padre espiritual. No se sabe que Timoteo fuera pobre, pero sí era rico en las virtudes espirituales que recibió como herencia.
3Jn 1:4 No tengo mayor gozo que éste: oír que mis hijos andan en la verdad.
- Si aún no has visto a tus hijos en el evangelio, sigue clamando, y Dios lo traerá, el diablo lo tendrá que soltar por amor a su nombre y por amor a ti y tu clamor.
La Palabra de Dios, que es poderosa para salvar nuestras almas, si se la enseñamos a nuestros hijos, éstos serán salvos, serán alcanzados por la mano bendita de Dios, y ellos, que son la herencia que Dios nos dio, sean bendecidos en gran manera.
Haroldo Herrera
Pastor General y Apóstol