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Haré de ti una nación grande

Proclamando las buenas nuevas de salvación

Haré de ti una nación grande

Dios le dijo a Abraham: “haré de ti una nación grande”-Gen 12.1-2, sin embargo, esta promesa no vino de inmediato, tuvo qué aprender a caminar en lo pequeño, en lo poco, aún en la escasez, pero Dios que es fiel, cumplió la promesa de darle hijo, cuando éste tenía casi 100 años, hijo a través del cual se cumpliría a plenitud la promesa del Señor.

HARÉ DE TI…
HARÉ de una palabra hebrea que significa: estrujar, asolar, formar, afligir, destruir, construir.
• Esta palabra nos habla claramente de un proceso en el que el Señor nos moldeará de acuerdo a su voluntad para llegar a obtener sus promesas.
• Tenemos nosotros hoy, la capacidad de recibir las bendiciones que recibió Abraham, bajo ciertas condiciones: dejar lo que Dios nos pide. En el caso de Abraham, se había apegado a su tierra natal-<“vete de tu tierra… a la tierra que te mostraré-Gen 12:1>. Como que Abraham se había aferrado a su tierra, así nos pasa a nosotros, muchas veces nos resistimos y no aceptamos el cambio en muchas cosas, también en las cosas de Dios.
• En su partida de Ur, fue el primer lugar a donde llegó Abram, antes de Canaán, indudablemente Abram pasaba prueba, así que se dirigió al Encinar de More(More=lluvia Temprana), More son los momentos de adoración en donde Dios nos habla y fortalece para continuar.
• ¿Cómo pudo Abram ser fiel a Dios aún cuando la Torah(la ley) no había sido dada? vivía en comunión con Dios, de quien recibió directamente en revelación que la conducta de integridad y las buenas obras son agradables a sus benditos ojos. -Gen 12:8.

Gen 12:10 Hubo entonces hambre en la tierra, y descendió Abram a Egipto para morar allá; porque era grande el hambre en la tierra.
• Decidió descender a Egipto, pero parece ser que entró sólo con su esposa, quizá pasó hambre y por eso se dirigió allá. …Cuando tenemos problemas económicos, muchos de nosotros vamos y pedimos ayuda a donde no tenemos qué buscarla y mentimos para alcanzar el beneplácito.
• Abraham, aunque buscó ayuda un tiempo en Egipto, mostrando imperfección, no dejó de ser el padre de la fe.
• A su salida de Egipto su condición no era igual, salió con abundancia de asnos, ovejas, etc. Pueblo de Dios, debemos tomar muy en cuenta que también el diablo puede dar riqueza, -buscando el reino de Dios y su justicia viene abundancia espiritual y material, ésta viene de Dios, pero siguiendo una vida de pecado también puede venir abundancia, pero ésta no vendrá de Dios sino del diablo.

Gen 13:8 Entonces Abram dijo a Lot: No haya ahora altercado entre nosotros dos, entre mis pastores y los tuyos, porque somos hermanos. 9 ¿No está toda la tierra delante de ti? Yo te ruego que te apartes de mí. Si fueres a la mano izquierda, yo iré a la derecha; y si tú a la derecha, yo iré a la izquierda.
• Abram y Lot ahora tenían abundancia, lo cual les produjo conflictos, por lo cual, se tuvieron que separar.
• Al separarse de su sobrino, Abram tuvo una experiencia con Dios-Gen 13:14 “Y Jehová dijo a Abram, después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente.” *Se tuvieron qué separar porque Dios le había dicho a Abram: “vete de tu tierra y de tu parentela”, debía apartarse aún de su familia para que el propósito divino se cumpliera en él.

Gen 14: 10 “…y cuando huyeron el rey de Sodoma y el de Gomorra, algunos cayeron allí; y los demás huyeron al monte. 11 Y tomaron toda la riqueza de Sodoma y de Gomorra, y todas sus provisiones, y se fueron. 12 Tomaron también a Lot, hijo del hermano de Abram
• Abram, además de tener constante comunión con Dios, era un guerrero, cómo debiéramos ser todos los creyentes. Y cuando supo que su sobrino Lot fue tomado prisionero, preparó a sus hombres de guerra y fue por su sobrino. Así, nosotros, fuimos llamados a ser guerreros de intercesión por nuestra casa, nuestra familia. Debemos ser fortalecidos en el área de la intercesión, es muy importante que tengamos un tiempo de oración en nuestra casa y en la iglesia.

Gen 14:18 Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino; 19 y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; 20 y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo. 21 Entonces el rey de Sodoma dijo a Abram: Dame las personas, y toma para ti los bienes.
• Después de la batalla en la que recuperó a su sobrino, se le apareció Melquisedec, quien bendijo a Abram y le ministró pan y vino, figura de la Santa Cena. A esto, la reacción de Abram fue darle a Melquisedec los diezmos de todo.

Gen 15:1 Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande. 2 Y respondió Abram: Señor Jehová, ¿qué me darás, siendo así que ando sin hijo, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer? 3 Dijo también Abram: Mira que no me has dado prole, y he aquí que será mi heredero un esclavo nacido en mi casa. 4 Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te heredará éste, sino un hijo tuyo será el que te heredará. 5 Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia.
• En esta oportunidad Dios lo visitó, haciendo un pacto con Él, prometiéndole un hijo, pero también Dios le pide que circuncide a todos los de su casa-Gn 17:10, esto significa cambiar nuestro corazón de piedra por uno de carne.

Gen 12:3 Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.
• La promesa de Dios concluye de esta manera, pero la Biblia de las Américas, dice “bendeciré a los que te bendigan, y al que te maldiga, maldecirá”, mostrando que serán más los qu nos bendigan que los que nos maldigan.

CONCLUSIÓN
Así como a Abraham, Dios nos quiere bendecir a nosotros, esforcémonos pues, en pasar fielmente la prueba, quizá con debilidad pero confiando en el Señor, que no permitirá prueba mayor que la que podamos soportar. Al final seremos bendecidos en gran manera.

Patricia de Herrera
Pastora

 

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